Etapa 1: Lisboa - Vila Franca de Xira | Al Loro

Distancia: 
34,2 km
Duración: 
9 h
Dificultad: 
3
Paisaje: 
2

SOBRE LISBOA:

Los que inicien el Camino Portugués desde Lisboa tienen la primera flecha justo a la derecha de la puerta de la Sé –seo  o catedral– de Lisboa. Si aún no disponemos de credencial, aquí la podemos conseguir y nos estamparán el primer sello o carimbo. Horario: de 9:00 a 19:00, aunque las visitas al claustro comienzan a las 10:00.

El recorrido de salida de la ciudad resulta francamente entretenido. Al principio nuestro camino atraviesa el popular barrio de la Alfama, con muchos restaurantes típicos y locales de fado.

Aquellos que todavía no conozcan la bella ciudad de Lisboa deberían dedicar como mínimo un par de días para visitarla. En el artículo Lisboa turística y jacobea os explicamos algunos lugares de visita obligada.

La catedral se halla en la falda de la colina do Castelo —una de las siete colinas de Lisboa, igual número que las de Roma—  donde se han descubierto asentamientos de época neolítica. Aquí los fenicios fundaron hacia el año 1200 aC. el puerto comercial de Lissipona, que sería ocupado después por griegos, celtas, cartagineses y romanos.

Si llegamos temprano a la catedral y todavía no han abierto, podemos aprovechar para conocer la iglesia de São Tiago, a sólo 300 metros —sería otro posible punto de partida— y junto a ella el famoso mirador de Santa Luzia, con el paso continuo de tranvías atestados de turistas.

En Lisboa no podemos dejar de probar el bacalhau en cualquiera de sus múltiples preparaciones; también degustaremos los famosos pastéis de nata (aunque para nosotros serían más bien tartaletas de hojaldre con crema) originarios del barrio de Belém, si bien los hallaremos en bares y pastelerías de toda la ciudad; y para rematar la comida siempre un café, ya sea expresso, cheio, bica, pingado, garoto, galão… En Portugal el café suele ser de una calidad excepcional y su precio muy asequible.

El recorrido de salida de la ciudad resulta francamente entretenido. Al principio nuestro camino atraviesa el popular barrio de la Alfama, con muchos restaurantes típicos y locales de fado.

SOBRE LA ETAPA:

Nota 2023: La construcción de una pasarela sobre el río Trancão permite ahora hacer toda la etapa junto al río Tejo. Información ya actualizada en Gronze.

Durante estas primeras etapas el trazado del camino va cerca de la línea de ferrocarril por la que circulan trenes de cercanías, y hay estaciones en casi todos los pueblos por donde pasamos. Podemos desplazarnos fácilmente a Lisboa, para completar la visita de la ciudad o para pernoctar. Hay servicios cada 30 minutos en ambos sentidos.

Si acometemos este camino en época de calor deberemos llevar siempre suficiente agua —ojo, pues apenas hay fuentes—, un buen gorro, crema solar y también sería recomendable una loción repelente contra insectos, pues a menudo caminaremos por el margen de ríos o canales.

Los que todavía no hayan caminado por Portugal, se sorprenderán de ver flechas azules que guían hacia el santuario de Fátima. No os preocupéis, pues van a ser una buena ayuda y complemento a nuestras flechas amarillas. Hablaremos de ellas en los Al Loro de las próximas etapas.

Algunos peregrinos prefieren evitar este tramo más urbano y toman los autobuses 728 ó 759 hacia el Parque das Nações, o bien el metro o el tren hasta la cercana estación de Oriente. Dicha estación fue diseñada por el controvertido ingeniero y arquitecto español Santiago Calatrava.

El camino cruza el Parque das Nações, barrio situado frente al estuario del Tejo —o Mar da Palha— y construido para albergar la Exposición Internacional de 1998, que fue dedicada a los océanos. Destacan sus diferentes pabellones, el Oceanário, la torre Vasco da Gama y el ir y venir de las cabinas del teleférico sobre las aguas del río.

Siguiendo el paseo por la orilla del río cruzaremos bajo el fotogénico puente Vasco da Gama, construido en 1998 y que con sus 17 km es el viaducto más largo de Europa. Desde aquí iniciamos un tramo por pasarelas de madera y caminos de tierra. Probablemente avistaremos flamencos, garzas y otras aves acuáticas.

Fijémonos en los nombres de las poblaciones: Alpriate, Alverca, Alhandra…  Son todos ellos topónimos de raíz árabe (lo mismo que Almería, Alicante, Alcalá,  Albacete…), muestra evidente de los cuatro siglos que estas tierras estuvieron bajo el dominio y la cultura de Al-Andalus.

El tramo entre Alhandra y Vila Franca de Xira transcurre por un agradable carril bici en paralelo al río Tejo. Sobre la valla que nos separa de las vías del tren han aprovechado para pintar murales muy curiosos; algunos de ellos buscan una sensación de trompe-l’oeil, ilusión óptica conseguida mediante una falsa perspectiva.

Es la localidad más taurina de todo este camino, y en su plaza de toros se celebran touradas (corridas) con los principales diestros, rejoneadores y concursos de recortadores. Durante las fiestas de octubre se corren encierros por sus calles similares a los Sanfermines, por lo que es conocida como la Pamplona portuguesa.

Confirmando dicha pasión por la lidia, en el pueblo hallaremos decenas de locales que albergan clubes o tertulias taurinas, con nombres tan explícitos como O Aficionado, O Estoque, O Mata Cavalhos, Os Bravos, O Touril...